Museo Diocesano de Arte Sacro. Palacio Episcopal

Fachada del Palacio Episcopal de Orihuela

Fachada del Palacio Episcopal de Orihuela

Se encuentra ubicado en el Palacio Episcopal, edificio barroco del Siglo XVIII. Presenta una clara jerarquización de huecos  y escasa ornamentación en fachada. Destaca un pequeño claustro y el hueco de escaleras, rematado en una cúpula, así como una galería columnada da en la fachada del río.

Contenido: Arte religioso. Escultura románica, gótica, renacentista y barroca; pintura gótica, renacentista, barroca, neoclásica y romántica, entre las que destacan obras de Paolo de San Leocadio, Velázquez, Orrente, Vicente López, etc.; Orfebrería de la Escuela Valenciana y de la Escuela Toledana; misales y cantorales, etc.

En el Museo Diocesano de Arte Sacro pueden apreciarse entre otras obras el “San Miguel” de Paolo de San Leocadio ó “La Tentación de Santo Tomás” de Diego Velázquez.

 

San Miguel de Paolo San Leocadio

San Miguel, de Paolo San Leocadio. Óleo sobre tabla 186x136cm. Hacia 1480.

Importante pintura del cuatrocientos de gran influencia italiana. Procede del Colegio de Santo Domingo, donde la localizó el Obispo Tormo en 1923. En la tabla se representa a San Miguel que ocupa el primer plano dispuesto a derrotar al diablo con su lanza tridente y su escudo de concha. A ambos lados del Santo dos extrañas figuras que representan a dos seres infernales vencidos. Tras él un fondo paisajístico  muy cuidado a un lado con arquitecturas góticas y a otro renacentistas. Es una magnífica obra de arte en donde alcanzan gran importancia los detalles, las miniaturas, los efectos lumínicos.

 

“La tentación de Santo Tomás” de Diego Velázquez

La tentación de Santo Tomás, de Diego Velázquez. Óleo sobre lienzo 244x203cm. Hacia 1631- 1633.

Es una de las escasas obras realizadas por el pintor de tema religioso. El tema central del cuadro es la tentación del santo dominico, noble italiano al que su familia tras conocer su intención de ingresar en la orden religiosa de Santo Domingo intenta disuadirle encerrándole en una celda a la que acude una prostituta con la intención de hacerle desistir de su vocación religiosa.  Es rechazada por el santo y utilizando un tizón del fuego de la chimenea la hace huir trazando una cruz en la pared mientras cae en éxtasis y en ese momento dos ángeles acuden a confortarlo y le ciñen el cíngulo de castidad.

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